Comentario
Escribe: Mario San Martín A.
Cada día me sorprendo más con la inmensa posibilidad que hemos tenido al vivir en esta generación y ser, más que espectadores, actores de grandes cambios tecnológicos y avances en el conocimiento humano en general.
En el ámbito de la comunicación sin duda que la innovación permanente nos sorprende a cada instante. Sin embargo la comunicación humana se ha visto afectada, ya que hoy es posible observar a quienes han crecido en esta avalancha tecnológica y ver como aparecen con una especie de doble personalidad, por un lado son capaces de entender intrincados códigos y navegar con soltura por espacios increíbles de la tecnología y, por otra parte, al conversar con ellos en forma directa, “face to Face” (cara a cara”) nos enfrentamos a un joven taciturno, que responde con monosílabos y cuya modulación y pronunciación a decaído notoriamente afectado su imagen personal en momentos tan cruciales como es su ingreso a la vida laboral.
- No abordaré, por cierto, el tema de la comunicación escrita- .
Este comentario, lejos de plantear una critica a los jóvenes, busca invitar a los actores de la sociedad en general, a redescubrir los momentos de dialogo familiar, tan ricos en experiencias y sentimientos, donde los jóvenes podrán encontrar otras facetas de la vida, más allá del mundo cibernético.
Provocar este diálogo por parte de los padres, tiene su grado de complejidad, pero bien vale el esfuerzo, ya que debemos ser capaces de reencantar a los jóvenes con otras herramientas y aquí, me tomo de un concepto moderno para una antigua habilidad, la “inteligencia emocional” que no es otra cosa que la capacidad de comprender y entender, junto al lenguaje, las emociones que están presentes en le dialogo de las personas.
Una conversación de los padres será la mejor de las clases para enfrentar los retos y desafíos de la vida y cuando este diálogo no está, su búsqueda podría generar lamentable extravíos.
Debemos ser capaces de convivir con las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) sin dejar de mirarnos a la cara, como dicen los gringos “face to face ”.
Escribe: Mario San Martín A.
Cada día me sorprendo más con la inmensa posibilidad que hemos tenido al vivir en esta generación y ser, más que espectadores, actores de grandes cambios tecnológicos y avances en el conocimiento humano en general.
En el ámbito de la comunicación sin duda que la innovación permanente nos sorprende a cada instante. Sin embargo la comunicación humana se ha visto afectada, ya que hoy es posible observar a quienes han crecido en esta avalancha tecnológica y ver como aparecen con una especie de doble personalidad, por un lado son capaces de entender intrincados códigos y navegar con soltura por espacios increíbles de la tecnología y, por otra parte, al conversar con ellos en forma directa, “face to Face” (cara a cara”) nos enfrentamos a un joven taciturno, que responde con monosílabos y cuya modulación y pronunciación a decaído notoriamente afectado su imagen personal en momentos tan cruciales como es su ingreso a la vida laboral.
- No abordaré, por cierto, el tema de la comunicación escrita- .
Este comentario, lejos de plantear una critica a los jóvenes, busca invitar a los actores de la sociedad en general, a redescubrir los momentos de dialogo familiar, tan ricos en experiencias y sentimientos, donde los jóvenes podrán encontrar otras facetas de la vida, más allá del mundo cibernético.
Provocar este diálogo por parte de los padres, tiene su grado de complejidad, pero bien vale el esfuerzo, ya que debemos ser capaces de reencantar a los jóvenes con otras herramientas y aquí, me tomo de un concepto moderno para una antigua habilidad, la “inteligencia emocional” que no es otra cosa que la capacidad de comprender y entender, junto al lenguaje, las emociones que están presentes en le dialogo de las personas.
Una conversación de los padres será la mejor de las clases para enfrentar los retos y desafíos de la vida y cuando este diálogo no está, su búsqueda podría generar lamentable extravíos.
Debemos ser capaces de convivir con las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) sin dejar de mirarnos a la cara, como dicen los gringos “face to face ”.
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